Junio CATORCE | LA DELGADA LÍNEA

Una Canción

















Un Texto
San Juan 6:63-71
63 El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
64 Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió:
65 —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los doce:
67 —¿También ustedes quieren marcharse?
68 —Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
Una Reflexión  

Esta vida particularmente está inundada de "irés y venires", y HAY UNA DELGADA línea entre hacer el bien y hacer el mal, hacer lo CORRECTO o no hacerlo. Sin duda, el día a día te arrastras porque es natural que vivas cada hora, minuto y segundo, de acuerdo a lo que se te vaya presentando, de acuerdo a tus obligaciones y ocupaciones. Aún así, no podemos dejar a un lado nuestro espacio CENTRAL con Dios,  El está en el corazón de quienes lo buscan, pero también es celoso y requiere encuentros y relaciones profundas, porque así como TODO, la Disciplina, la constancia y la perseverancia en esa búsqueda, se empieza a notar.

Alguna vez leía a un músico que decía:  Si yo no práctico 1 día lo sabré yo, Si no practico 2 días lo sabrá mi equipo, Si no práctico 3 días lo empezará a notar el público. Similar a esto pasa cuando pretendemos hacer de la relación con Dios, una búsqueda de un día a la semana, dos, tres o nada...

Esos pequeños segundos que tienes en tu medio de transporte o en tus breaks del día a día, mientras susurras pequeñas oraciones de segundos, NO SERÁN suficiente, para que TU empieces a notar que realmente estás siendo guiado por Dios... 

La delgada línea entre tener una relación y no tenerla, debe prohibirle al desanimo, la desesperación, la frustración y la tristeza, ahondar en pequeñas partes de tus pensamientos. La delgada línea te hará entender que Dios está a tu lado para darte PAZ, tranquilidad, AMOR, muchas bendiciones y que cada día, segundo, minuto, tus HECHOS, acciones y pensamientos deben estar en pro de esa estructura. 

Dios es un Dios de orden, cuida tus tiempos con él, cuídalos y vas a ver el cambio ROTUNDO en tus pequeñas acciones. Así, cada día pasa, vamos a ser conscientes de nuestras palabras, hechos, pensamientos, y la transformación llegará en menos de lo que imaginas.

 ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. San Juan 6:68

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